domingo, 11 de junio de 2017

Desenlaces

Existen personas significativas en mi vida, ¡por supuesto! Ellas saben de su significado en mis días. Me encargo de hacérselos saber con palabras, gestos, presencia, incluso a la distancia.

Desde hace un par de semanas estoy descubriendo algunas de mis actuales expectativas e ilusiones que involucran a esas personas.

Genero una expectativa cada vez que espero algo de alguna de esos seres significativos. El hecho de que cada vez tengo menos expectativas con menos personas me lleva a fluir más tranquilamente en las aguas de los vínculos. Sin embargo, las expectativas que aún construyo, aunque en menor cantidad, siguen siendo intensas, importantes, inútiles...Sobre todo inútiles, porque ese alguien no tiene por qué responder según lo que yo espero de él o ella, claro.

Cuando mi expectativa no se cumple, me decepciono, enojándome.

En otras oportunidades, una parte en mí confía en que esa persona significativa puede llegar a accionar de una forma posible para él ó ella, más allá de cuán probable o improbablemente lo haga, más allá de lo que yo espere o no. Cuando ese alguien significativo no actúa, acciona y/o responde de la manera en que creo posible para sí, me desilusiono, conectándome con la tristeza. La tristeza de observar que aquello que está en potencia en esa persona para su desarrollo, no despliega. 

Varios de mis vínculos están bajo mi atenta revisión en estos momentos.

En mi mundo personal, con mi diccionario personal, me estoy dando cuenta en estos días que estoy sintiéndome decepcionada y desilusionada, enojada y triste. Y, también en mi mundo, estar así es transitar peldaños diferentes de algunos de mis duelos por desenlaces, terminaciones, finales.

Ahora bien, como estoy hablando de vínculos, hay momentos en los que intuyo que tal vez estos finales son temporarios, reversibles, salvables (¡nueva expectativa!) y por ello, no son finales. Encuentro una mayor probabilidad de que estas situaciones cambien cuando aún estoy sintiéndome decepcionada ya que sé que las expectativas son sólo mías, asumiendo el grado de responsabilidad que me corresponde para cambiar mi actitud y así resignificar lo que está sucediendo en la relación.

Pero cuando lo que siento es desilusión, darme cuenta de que la persona no está pudiendo y/o queriendo cambiar algo de su manera de vincularse, la tristeza me invita a seguir adelante con mi vida...sin ese vínculo. Tal vez por eso mi actitud empieza a ser distante, incluso puede considerarse fría e indiferente, pero en verdad estoy habitando el desapego. Es, para mí, el inicio del des-enlace.


Confieso que esto tiene muchas más vueltas de tuerca, algo que no estoy teniendo ganas de explayar en este escrito. ¡Me resulta tan fácil construir laberintos en tres dimensiones!

Encontrar esta claridad en mis pensamientos, emociones, sensaciones, sentimientos y actitudes no es algo menor para mí. Tanto así, que decido escribirlo y compartirlo con ustedes.

Sin expectativas aunque con ilusión.

Cyndi Viscellino Huergo ®Todos los derechos reservados