viernes, 2 de septiembre de 2016

Frustración en mis universos

Comencé el día con una profunda sensación de frustración.

Durante la noche, en mis sueños, todos mis intentos por alcanzar lo que deseaba se veían malogrados. Mis propósitos, mis intenciones, eran dejados sin efecto o alguien se cruzaba en mi camino y, sin saberlo siquiera, se encargaba de privarme de aquello que tanto anhelaba.

Ya en mi estado de vigilia (me pregunto si es en su acepción de abstinencia...) estoy terminando el día sintiéndome de la misma manera. La frustración parece una puerta que da rienda suelta a mi enojo, a mi impotencia, a mis limitaciones y también a las limitaciones que el entorno presenta y me exceden. Esas variables que escapan de mi control.

Algunas personas suelen llamar a esas variables "vida". 

Entonces aparece alguien que me dice que no me frustre. ¡Ojalá fuese así de fácil!

Hoy mi día, mi vida, tanto en sueño como en vigilia, se me presentan frustrantes.

Decido desde temprano no resistirme y entregarme a la sorpresa que las variables pueden presentarme. Algo de esa frustración efectivamente se disipa, pero no significa que desaparece. Ni bien recuerdo los propósitos coartados, las intenciones que quedan en eso, sólo intenciones, la imposibilidad de concreción de mis deseos...¡zas! cachetazo al alma, contacto con el entorno, revisión de mis caminos.

¿Adónde estoy yendo así?
¿Qué es lo que estoy aspirando lograr?
¿Qué, quién o quiénes, cómo y por qué impiden que lo logre? Porque, sépanlo: hay rostros, situaciones, circunstancias y detalles concretos que pueden responder a esas preguntas...

Y también estoy yo, respondiéndome que lo que siento no lo elijo. Siento lo que siento y ya. Es verdad, puedo modificarlo una vez que lo identifico, pero identificarlo no me está ayudando hoy a transformarlo en otra cosa más allá de lo que es. 

Un cartelito muy "new age" se enciende en mi mente diciéndome que "si me lo propongo, todo lo logro".
Ok. Lo creo. Lo sé.
Pero no hoy.
Hoy me siento FRUS-TRA-DA.

Es interesante cómo esta emoción me ayuda a darme cuenta que tengo ganas de generar cambios sustanciales. Una forma de salir del enojo que me genero con la impotencia es moviéndome hacia otros lugares de mi existencia. "Si por este lado no puedo, seguro podré por otro."

No es lo mismo, lo sé, pero ¿qué importa? Ese cambio de rumbo puede ser uno de los puntos de inflexión de mi vida.

¿Les ha pasado de tener un punto de inflexión, una decisión que cambió el rumbo de sus vidas?

A mí sí. Por ejemplo (tomen aire...): en un momento de mi vida decidí que mientras estaba en espera de continuar con una materia en mi carrera de medicina, haría un curso de secretaria ejecutiva para no "perder el tiempo mientras tanto". Ese curso cambió el curso de mi vida: me conectó con alguien en el marketing bancario que me dió experiencia dentro el marketing que me abrió las puertas en la industria farmacéutica que posibilitó que me dedicara a los negocios y me desarrollara en áreas relacionadas que me llevaron a conocer a la persona que habría de susurrarme al oído por primera vez el nombre de la carrera que terminé siguiendo diecisiete años después, la cual me traería hasta este exacto momento.

En otra oportunidad decidí no irme a España para quedarme a desarrollar una potencial carrera profesional en el país, lo que me permitió estar cerca de mi madre en el momento de su repentina enfermedad y muerte.

O como cuando "me dejé convencer" de acompañar a la novia de un amigo a un viaje que yo no quería realizar, hace veintiún años, donde empezó la relación con quien hoy es mi pareja.

Me pregunto qué estaré haciendo en dimensiones paralelas a esta, en esas en las que las decisiones que tomé fueron no hacer el curso de secretaria, irme a España y/o no ir al viaje no deseado.


Pero sin importar qué estoy haciendo en esos mundos, sé que también hay días en los que, como hoy, siento una profunda frustración, tanto en mis sueños como en mi vigilia.

Porque de una u otra manera, no puedo recalibrar el compás de mi brújula sin días como el de hoy.

Estoy segura que estoy a punto de dar otro giro que marcará un nuevo punto de inflexión en mi existencia.

Al menos en esta dimensión, la misma en la que sus propias decisiones los han traido a estar leyendo esto que, aunque no sea memorable, original, interesante o sumatorio para ninguno de ustedes, al menos me está ayudando a no sentirme frustrada en mi intento de escribirlo.

Y porque en días como hoy siento que todas las Cyndis de todas las dimensiones y multiversos terminan confluyendo al permitirse sentir.

Así que...¿saben qué? Voy a seguir sintiéndome frustrada. Después de todo, parece que hoy es el día ideal para una hermosa reunión conmigo misma desde todos los rincones de mis existencias.

Cyndi Viscellino Huergo ®Todos los derechos reservados