lunes, 13 de octubre de 2014

De-significado

Se detiene abruptamente. Se siente aturdida. Su cabeza es como un lavarropas en función de centrifugado; todo va a mil revoluciones por minuto y no logra distinguir con claridad nada de lo que gira como un tornado en su mente, tratando de eyectarse. Siente la contractura en el cuello, el dolor punzante en la cabeza, el latido en sus sienes.

(¿Cómo llegué hasta aquí?)

Las voces ensordecen su razón y también su corazón. No sabe qué piensa, no sabe qué siente. Las voces no provienen del exterior, sino de su propio mundo. No sabe qué dicen, no entiende las palabras…no las entiende. Sabe que necesita callarlas para entender.

Necesita callar las palabras para entender… (¿No es eso extraño…?)



Se enfoca en el ojo del tornado, en el centro de ese lavarropas centrifugando y encuentra la serena detención de la vorágine, el vacío, el agujero que da lugar, el espacio, el no-tiempo. Encuentra la quietud, la calma, la tranquilidad, el silencio...

Allí, no hay voces, no hay sonidos, no hay palabras. La palabra parece no estar allí, no existir allí.

Pero… ¿quién es ella sin palabra? (Necesito callar las palabras para entender…).

La invade una contradictoria sensación. Si permanece allí, la paz que siente la tienta a no volver a salir al mundo (¿Para qué?). Si permanece allí, también deja de ser; ya no hay vínculo con el exterior…y tal vez tampoco con el interior de sí misma.

Ya no hay palabra que pueda ayudarla.
Necesita callar las palabras para entender…

Porque hoy, para ella, hablar es desintegrarse.

Hoy, para ella, la palabra es estar en el borde del abismo entre ser libre y querer gritar – en silencio- que alguien venga a su encuentro. Es no tener ganas de ser ella quien tenga que salir a mostrar quién es.

Es darse cuenta que, mientras la palabra la conecta con lo que es, con quién es, con cómo es, mientras la palabra es el nexo, es mostrarse, es querer ser escuchada y descubierta, para ella hoy, es blindaje, escondite, el dolor de que nadie la vea ni la descubra tal como es.

Hoy ella es silencio. Y quien sepa cómo permanecer dentro de él con ella…bueno, descubrirá todos los secretos que ella guarda. Ella está completamente expuesta y desnuda en ese silencio.

Ella sabe que allí, no tiene forma de ocultarse…

(¿Habrá alguien que quiera venir a buscarme aquí…?)


Cyndi Viscellino Huergo ®Todos los derechos reservados

6 comentarios:

Mariana dijo...

Wow...sin palabras...esto me permitió comprender mejor a una alumna.me siento tentada a enviarselo. Ahora te entiendo más L.H

Clr. Cyndi Viscellino Huergo dijo...

Gracias nuevamente, Mariana ! Si deseas enviárselo a tu estudiante, no hay problema. Sólo te pido por favor que menciones la fuente. Muchas gracias! 😊
Cyndi Viscellino Huergo

Mariana dijo...

Si si. Le envié el link directamente. Beso!!!

Clr. Cyndi Viscellino Huergo dijo...

Gracias Mariana! Felicidades!

Águila del sol dijo...

GRACIAS!! BELLISIMO

Águila del sol dijo...

Bellisimo. Gracias