jueves, 6 de agosto de 2015

H....Mon Amour...!!!

Los invito a que se detengan un minuto a observar, apreciar, disfrutar esta imagen aérea. 



Hiroshima. 

Un día como hoy, hace 70 ańos, fue arrasada hasta desaparecer bajo la primera bomba atómica jamás usada contra nuestros hermanos humanos. 

En el museo de la ciudad hay un reloj parado a las 8.15 hs, momento en que detonó la bomba. Lo llaman el Reloj de la Paz...

Reloj de la Paz. 

Hoy, sin importar por qué ni cómo, estoy sensiblemente conectada en mi vulnerabilidad, mi fragilidad y mi vacío. También con mis logros, mis potencias y mi fortaleza.

Hiroshima es para mí uno de los tantos ejemplos de mucho de lo que somos capaces los seres humanos. 

Me ayuda a re-orientarme y recordar alguno de los fines de mi existencia.

Vienen a mi mente palabras que me asisten en expresar lo que estoy sintiendo en este momento. Bertolt Brecht las pone en boca de Galileo Galilei, hablándole a su discípulo y aprendiz, Andrea Sarti, en la obra homónima del escritor alemán. Dice Galileo:

'Mi opinión es que el único fin de la ciencia debe ser aliviar las fatigas de la existencia humana. Si los hombres de ciencia, atemorizados por los déspotas, se conforman solamente con acumular saber por el saber mismo, se corre el peligro de que la ciencia sea mutilada y que vuestras máquinas sólo signifiquen nuevas calamidades. Así vayáis descubriendo con el tiempo todo lo que hay que descubrir, vuestro progreso sólo será un alejamiento progresivo de la humanidad.
El abismo entre vosotros y la ciencia puede llegar a ser tan grande que vuestras exclamaciones de júbilo por un nuevo invento recibirán como eco el alarido de espanto de la humanidad.'

Ayer, Barack Obama -recordemos que es Premio Nobel de la Paz...- dijo en su discurso al Congreso de los Estados Unidos de América que si no se aprueba rápidamente el pacto con Irán para la limitación del programa nuclear iraní "se podría desatar otra guerra" porque "Estados Unidos perderá credibilidad como líder de la diplomacia"...

Setenta ańos después, quiero seguir honrando al valiente pueblo de Hiroshima. Elijo seguir creyendo que las personas somos capaces de desarrollar la resiliencia para levantarnos de los escombros y construir y reconstruirnos. Pero también quiero sostener mi atención en seguir comprometiéndonos en desarrollar nuestra capacidad de ponernos en el lugar del Otro, ése, mi Hermano Humano, que duele, que prospera, que teme, que sueńa, que cae, que se levanta, que comparte mis necesidades, mis anhelos...mi hermano, tan cerca y tan lejos de mis maneras de pensar, pero tan humano como yo. 

El Reloj de la Paz...
Parafraseando a Serú Girán...¿cuánto tiempo más llevará? 

Cyndi Viscellino Huergo ®Todos los derechos reservados






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