Estoy fascinada y asustada al mismo tiempo.
Al menos, eso es lo que los cambios internos producen en mí.
Estar tan cerca del sufrimiento hace que uno enfrente sus propios temores, sus deseos, inquietudes, limitaciones y posibilidades.
La búsqueda tiende a ser eterna...¡e-ter-na! Qué hermosa palabra...creo en la inmortalidad del espíritu, del alma, de lo que en realidad soy.
Estoy ahora mismo en la disyuntiva de empezar a escribir sobre cosas que me hacen reflexionar desde lo que les pasa a otros, como bitácoras anónimas de vida. Quizás empiece por ahí por temor a enfrentarme a mis propios fantasmas. Noooo, no le tengo miedo a mis fantasmas...¡son míos y los quiero! Hasta tienen nombre...
Estoy, simplemente, buscando el portal a mi mundo interior.
Dénme unos días...veremos qué pasa con estas crisis vitales, esas existenciales: amor, salud, trabajo, dinero, el paso del tiempo (¿o somos nosotros los que pasamos y el tiempo está inmóvil?) y si es así, hacia dónde me estoy moviendo. (¿Me estoy moviendo?)
Iremos, de a poco, desentrañando misterios tan obvios y visibles que se disfrazan de sombras.
¡Qué bueno es estar en un proceso!
1 comentario:
ya lo dicen los chinos.... "crisis" significa " oportunidad" ....
salud!!
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